¿Cómo podemos establecer expectativas realistas en nuestra relación?
Cuando un chico o una chica te gusta, os enamoráis y decidís emprender la aventura del noviazgo, son muchas las expectativas que traéis los dos, tanto de relaciones anteriores, como de tópicos, series de televisión, conversaciones con otros amigos… Es cierto que, en sí mismas, las expectativas no tienen nada de negativo, es lógico que las tengáis, ya que constituyen un recurso cognitivo que las personas solemos utilizar sobre cualquier aspecto o proyecto de nuestra vida.
Lo importante es darles la importancia que realmente tienen, hablar de todos los temas posibles que se os ocurran en el noviazgo, de lo que esperáis el uno del otro, cómo imagináis vuestra vida si decidís casaros, qué problemas creéis que podríais tener, qué ocurriría si tenéis un revés económico, una enfermedad, un despido laboral, etc.
Cuanto más habléis en el noviazgo, más os conoceréis a vosotros mismos y vuestras expectativas se irán adecuando a la realidad ya en el noviazgo y después en el matrimonio.
Hablar de expectativas siendo novios os abrirá el camino a una comunicación fluida en el matrimonio. Si habláis de todo y sin miedo, las falsas expectativas (esas que anidan en tu cabeza pero que no son reales) irán disipándose poco a poco.
Por último, me gustaría recordarte que en toda relación existen momentos de desajuste, y, si eres consciente de que pueden ocurrir, cuando lleguen, te enfrentarás a ellos con mucha más serenidad y los dos saldréis reforzados y con muchas más ganas de lanzaros a dar el paso a un SÍ para siempre.
Los desajustes de toda relación podemos simplificarlos en dos:
- Las crisis previsibles: Son las llamadas “crisis de desarrollo” o “crisis vitales”. Se llaman así porque suelen coincidir con una mayor necesidad de adaptación por nuestra parte en determinados momentos de la vida (salir de casa, el ajuste con la pareja con la que nunca has convivido, la llegada de los hijos, la adolescencia, el “nido vacío”, la llegada de los nietos…)
- Las crisis imprevisibles: estas crisis implican situaciones imprevistas en nuestra vida que pueden acontecer y conviene saber que pueden ocurrir para estar preparados. Enfermedad, fallecimientos, el hecho de que no podamos tener hijos… Si esas situaciones ocurriesen, preguntaros sin miedo ¿me seguirías queriendo?…